Desde hace siglos, la cerveza ha sido mucho más que una bebida social. Antes de ser una opción de ocio, fue un alimento, una fuente de nutrientes y, en muchas culturas, un remedio medicinal. En Cerveza Destino creemos en la importancia de conocer los orígenes y valorar la historia que hay detrás de cada sorbo. Por eso en este articulo os hablamos de las propiedades medicinales de la cerveza artesanal.
La cerveza como bebida saludable a lo largo de la historia
En la antigüedad, la cerveza se elaboraba con cereales, hierbas y especias que aportaban vitaminas, minerales y antioxidantes. En épocas donde el agua no siempre era segura, la cerveza era una alternativa higiénica y nutritiva.
Civilizaciones como los egipcios y mesopotámicos la usaban también con fines medicinales, incluyendo recetas específicas para problemas digestivos y para fortalecer el cuerpo tras el esfuerzo físico.
Beneficios de la cerveza artesanal frente a la industrial
La cerveza artesanal, como las que elaboramos en Cerveza Destino, se caracteriza por:
- Uso de ingredientes naturales y sin aditivos artificiales.
- Procesos de fermentación que conservan mejor vitaminas del grupo B y minerales como el magnesio o el silicio.
- Aromas y sabores provenientes de materias primas frescas, no de extractos industriales.
Esto no significa que sea un medicamento, pero sí que su consumo moderado puede formar parte de un estilo de vida equilibrado.

El papel del lúpulo y sus propiedades medicinales
El lúpulo (Humulus lupulus) es uno de los ingredientes clave de la cerveza y el responsable de muchas de sus propiedades saludables:
- Efecto antibacteriano: ayuda a conservar la cerveza y proteger el organismo.
- Propiedades antiinflamatorias: estudiadas por su capacidad de aliviar dolencias leves.
- Efecto relajante: utilizado tradicionalmente como sedante natural.
Si quieres profundizar más en uno de los ingredientes clave de la cerveza artesanal y descubrir por qué es tan importante para su aroma, sabor y conservación, te invitamos a leer nuestro artículo sobre el lúpulo. Allí encontrarás su historia, variedades y el papel que juega en cada estilo cervecero.

Hildegarda de Bingen: la mujer que revolucionó la cerveza
Hildegarda de Bingen, monja y botánica del siglo XII, fue la primera en documentar científicamente las propiedades medicinales del lúpulo. Lo incorporó a la cerveza no solo como conservante natural, sino como aliado para la salud. Durante sus años como abadesa y médica de enfermos que acudían al monasterio, observó que el agua de los ríos y pozos provocaba numerosos problemas gastrointestinales. Por ello, estudió las propiedades medicinales del lúpulo y decidió introducirlo en la elaboración cervecera, sentando las bases de una bebida más segura y saludable.
Su visión unió ciencia y tradición, y su legado sigue vivo en nuestra Hildegarda, una cerveza de trigo inspirada en ella. Es un homenaje a la historia y a la innovación que marcó un antes y un después en la elaboración cervecera. Puedes descubrir más sobre su vida y su influencia en la cerveza artesanal en este artículo.
En Cerveza Destino aprovechamos estas cualidades en todas nuestras elaboraciones, desde la intensidad lupulada de Elizabeth IPA hasta la suavidad aromática de nuestra cerveza de trigo Hildegarda, pasando por el carácter maltoso de Sigrun Red Ale.
Y aunque la cerveza puede ofrecer beneficios y experiencias únicas, sabemos que algunas personas pueden notar cierta pesadez o incomodidad después de beberla. Si te ha pasado y quieres entender las causas y cómo evitarlo, te recomendamos leer nuestro artículo “Cuando bebo cerveza me siento hinchado”, donde exploramos las posibles razones y compartimos consejos prácticos para seguir disfrutando sin molestias. Sin duda descubrirás cómo la cerveza artesanal tiene más Propiedades medicinales que la cerveza industrial convencional.
Dónde probar cervezas con historia y calidad medicinal
Puedes encontrar nuestras cervezas en la tienda online o en locales especializados. Y si quieres seguir descubriendo curiosidades de la cultura cervecera, visita nuestro blog, donde hablamos de historia, estilos y maridajes.
En términos generales, sí, porque conserva más nutrientes y evita aditivos artificiales, siempre que se consuma con moderación.
Es antiinflamatorio, antioxidante, antibacteriano y tiene un efecto relajante natural.
Las cervezas de trigo y las menos filtradas tienden a conservar más vitaminas y minerales.

